Cuando recorres Formentera por cualquiera de sus rutas verdes, sus caminos ancestrales, sus carreteras estrechas y tan íntimas, descubres el equilibrio que esta isla ha sabido mantener entre lo rural y lo
turístico, lo tradicional y lo moderno, lo de siempre y lo que nunca deja de evolucionar.Entre todos tenemos que conseguir que esto siga siendo así desde el respeto y el conocimiento de todo lo que hace que Formentera siga siendo única.

Paseando por su costa encontramos pruebas de como esta isla es capaz de conciliar realidades que en otros sitios conviven con dificultad. Imágenes como esta demuestran como Formentera es capaz de conservar su encanto de siempre.